Metodologías ágiles y el impacto en las personas en palabras sencillas. Parte I.

El año 1930 Toyota comenzó su distinguible trayectoria con los principios “lean”, para reducir desperdicios, así como la documentación excesiva, buscando desarrollo de productos en ciclos cortos e iterativos. Lo anterior fue una fuerte base para que, en el año 2001, se diera una reunión con 17 expertos interesados en cómo atender mejor las necesidades de las personas (clientes).

¿Qué implica agilidad en nuestro contexto? Entre otras características, tenemos: que sea un proceso iterativo, flexible y que incorpore los cambios necesarios para satisfacer los requerimientos. Es decir, que las personas puedan adaptarse a las personas. El proceso de desarrollo de software, particularmente cuando es a la medida, implica una alta capacidad de entendimiento y creatividad. Tenemos que ser capaces de entender lo que las personas (clientes) nos indican que entienden de su negocio y, nosotros, el proveedor, poder definir los alcances de lo que se requiere.

¿Qué quiere decir cada requerimiento? Una historia, un contexto, una necesidad y luego están sus interconexiones. El producto que las personas van a requerir está lleno de historias que debemos modelar, que debemos poder interconectar para que funcione apropiadamente y cumpla o exceda las expectativas de quienes van a utilizar dicho producto, usualmente llamados usuarios o usuarias.

Pero, ¿se requiere documentación? Sí, definitivamente. En nuestra experiencia, si bien es cierto que no debemos generar excesiva documentación que solo podría atrasar o complicar cualquier proyecto, sí se requiere lo que se conoce como Especificación de Requerimientos de Software. Este documento debe resumir de la mejor forma, quizás no exhaustiva, las historias que nos explican las personas (usuarios y usuarias) y que se convertirán en trabajo pendiente del producto (o, como se le conoce en inglés, product backlog).

Dentro del manifiesto sobre agilidad, se tienen 4 valores ineludibles, que se comentan a continuación:

  • La persona e interacciones sobre los procesos y herramientas. Es importante notar que, como primer valor, destaca el que tiene que ver con las personas, que son el principal factor del éxito, tanto del lado de cliente como de la empresa proveedora de soluciones.
  • Software funcional sobre documentación exhaustiva. Esto implica que debe brindarse entregables en cada sprint para poder entregar valor a los clientes, de modo que puedan probar lo que se conceptualizó al inicio y que podría sufrir ajustes en el camino (flexibilidad).
  • Colaboración con los clientes sobre negociaciones de contratos. Deben prevalecer la comunicación contante y fluida, la resolución de impedimentos para avanzar adecuadamente, la posibilidad de volver a priorizar las necesidades. Entregar valor.
  • Responder al cambio sobre seguir el plan. Una vez más aparece la flexibilidad. Esto, en nuestra experiencia, no implica que no deba existir una línea base del proyecto de desarrollo, porque se debe iniciar con claridad en el requerimiento, pero sí debemos mantener una flexibilidad para los cambios (que, aprovechando la experiencia de la metodología en cascada, debe valorarse en términos de tiempo, costo y alcance más la satisfacción potencial del cliente, así como la calidad del producto).

Otro de los aspectos que, desde nuestro punto de vista, toda empresa de desarrollo de software debe proveer, como parte de las metodologías ágiles, es la posibilidad de recibir retroalimentación y poder realizar ajustes, a raíz de las reuniones constantes de seguimiento con el cliente, con las personas, para validar que se va por el buen camino y que el producto que se está desarrollando realmente será una solución para sus requerimientos.

Es importante mantener una constante, asertiva y fluida comunicación entre las personas, tanto a nivel interno como con los clientes. Sin embargo, para lograr un entorno de alto nivel de comunicación, se requiere que las personas integrantes de la empresa estén motivadas, apoyadas y siempre brindando su mejor esfuerzo. Lo anterior se traduce en un adecuado entorno de trabajo, construyendo proyectos con personas motivadas, logrando conversaciones cara a cara tanto a lo interno como con los clientes.

Nuestro esfuerzo está en brindar software funcional, evolutivo y de forma flexible dado que utilizamos procesos ágiles que promueven el desarrollo sostenible de soluciones que mejoran la calidad de los procesos productivos de nuestros clientes. Nos ocupamos por brindar soluciones con excelencia técnica y con diseños funcionales que permitan a las personas simplificar o mejorar su trabajo diario.

Los entornos son cambiantes por lo que debemos ser capaces de administrar la incertidumbre, vivir con ella y gestionarla. En Aplix tenemos un claro y tangible compromiso con nuestros clientes, estando cerca de ellos, siendo flexibles y siempre buscando entregar valor con nuestras soluciones.

Pedro Soto

Director, Aplix

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